En tiempo de sufrimiento
OH, si el alma que sufre supiera cuánto Dios la ama,
moriría de gozo y de exceso de felicidad. Un día, conoceremos el valor
del sufrimiento, pero entonces ya no podremos sufrir. El momento actual
es nuestro (Diario, 963).
Jesús, no me dejes sola en el sufrimiento. Tú sabes,
Señor, lo débil que soy. Soy un abismo de miseria, soy la nada
misma. Por eso, ¿qué habría de extraño si me dejaras sola y yo
cayera? Soy una recién nacida, Señor, por eso no sé sostenerme por mí
misma. Sin embargo, a pesar de todo abandono, confío, y a pesar de mis
sentimientos, confío y me estoy transformando completamente en la confianza,
muchas veces a pesar de lo que siento. No disminuyas ninguna de mis
aflicciones, sólo dame fuerza para soportarlas. Haz conmigo lo que Tú
quieras, Señor, sólo dame la gracia de poder amarte en cada acontecimiento y
circunstancia. Señor, no disminuyas mi cáliz de amargura, sólo dame
fortaleza para que pueda beberlo todo
(Diario, 1489).
(Diario, 1489).
No hay comentarios:
Publicar un comentario