
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús tomó a Pedro, Santiago y Juan, y los llevó a ellos solos a un monte elevado. Allí se transfiguró en presencia de ellos. Sus vestiduras se volvieron res-plandecientes, tan blancas como nadie en el mundo podría blanquearlas. Y se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Pedro dijo a Jesús: "Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Hagamos tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías". Pedro no sabía qué decir, porque estaban llenos de temor. Entonces una nube los cubrió con su sombra, y salió de ella una voz: "Éste es mi Hijo muy querido, escúchenlo". De pronto miraron a su alrededor y no vieron a nadie, sino a Jesús solo con ellos. Mientras bajaban del monte, Jesús les prohibió contar lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos. Ellos cumplieron la orden, pero se preguntaban qué significaría "resucitar de entre los muertos".
Palabra del Señor.
LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR
La Transfiguración es un anticipo de la gloria que Cristo gozará en la casa del Padre, hacia donde se encamina a través de la muerte, de la resurrección y de la ascensión. El cuerpo de Jesús brilla con el esplendor que tendrá una vez resucitado y glorificado, y él quiere hacer testigos de esta experiencia a los tres discípulos preferidos, para fortalecerlos en la fe en su divinidad ante la dura prueba de la pasión y de la muerte. El recuerdo de la Transfiguración dio también fortaleza a Jesús en la agonía del huerto, en la subida al calvario y en la cruz. Esta experiencia de Jesús es para nosotros una enseñanza: ante el sufrimiento, la agonía y la muerte, la fortaleza nos vendrá de la esperanza segura en la resurrección. La voz del Padre: “Este es mi Hijo predilecto; escúchenlo», preanuncia la adopción filial divina de quienes, escuchando y siguiendo al Hijo de Dios, se hacen hermanos suyos para compartir su resurrección y su gloria eterna. “Donde yo estoy, quiero que estén estos también”, declara Jesús al Padre. La Transfiguración confirma la confesión de Pedro: “Tú eres el Cristo, Hijo del Dios vivo”, y anuncia la segunda venida gloriosa de Jesús: “El Hijo del hombre vendrá en la gloria del Padre”. El coloquio entre Jesús, Elías y Moisés versa sobre su pasión, muerte y resurrección.
1 comentario:
Hola Mercedes, te scribo desde la Ciudad de México, tengo 23 años, y la verdad pues cai en tú blog y me encanto, no soy devoto, pero mi mamá cree que debo acercarme más y quisiera saber que religión profesas, y si pudiera tener contacto contigo. GRACIAS!
Publicar un comentario