SANTÍSIMO SACRAMENTO
domingo, 23 de marzo de 2008
DOMINGO DE RESURRECCIÓN
"Al tercer día resucitó", en esta piedra angular se basa la fe cristiana. El Señor de la vida había muerto, pero ahora vive y triunfa.
El Domingo de Pascua es el día en el cual Jesús salió de su sepulcro. Este hecho es fundamental para el cristianismo. La historia cuenta que en cuanto se hace de día, tres mujeres van al sepulcro donde Jesús estaba enterrado y ven que no está su cuerpo. Un Ángel les dice que ha resucitado. Van corriendo donde está la Virgen con los Apóstoles y les dan la gran noticia: ¡Ha resucitado! Pedro y Juan corren al sepulcro y ven las vendas en el suelo. El desconsuelo que tenían, ayer, se transforma en una inmensa alegría. Y rápidamente lo transmiten a los demás Apóstoles y discípulos. Y todos permanecen con la Virgen esperando el momento de volver a encontrarse con el Señor.
Éste es el día de la esperanza universal, el día en que en torno al resucitado, se unen y se asocian todos los sufrimientos humanos, las desilusiones, las humillaciones, las cruces, la dignidad humana violada, la vida humana no respetada.
En la Resurrección la vocación cristiana descubre su misión: acercarla a todos los hombres.
El hombre no puede perder jamás la esperanza en la victoria del bien sobre el mal. Por esta razón los cristianos con gran júbilo celebran este día la Misa Pascual del Domingo de Resurrección.
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VÍA CRUCIS VIRTUAL
DEVOCIÓN A LA DIVINA MISERICORDIA
JESUS EN TI CONFIO
SANTÍSIMO SACRAMENTO TE ADORAMOS, TE BENDECIMOS Y TE GLORIFICAMOS.
SANTISIMO SACRAMENTO
HIMNO A JESÚS SACRAMENTADOPOR SANTO TOMÁS DE AQUINO(Adoro te devote)
Te adoro con devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias. A Ti se somete mi corazón por completo, y se rinde totalmente al contemplarte. Al juzgar de Ti, se equivocan la vista, el tacto, el gusto; pero basta el oído para creer con firmeza; creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios: nada es más verdadero que esta palabra de verdad. En la Cruz se escondía sólo la Divinidad, pero aquí se esconde también la Humanidad; creo y confieso ambas cosas, y pido lo que pidió aquel ladrón arrepentido. No veo las llagas como las vio Tomas pero confieso que eres mi Dios: haz que yo crea más y más en Ti, que en Ti espere y que te ame. ¡Oh memorial de la muerte del Señor! Pan vivo que das vida al hombre: concede a mi alma que de Ti viva y que siempre saboree tu dulzura. Señor Jesús, bondadoso Pelícano, límpiame a mí, inmundo, con tu Sangre, de la que una sola gota puede liberar de todos los crímenes al mundo entero. Jesús, a quien ahora veo oculto, te ruego que se cumpla lo que tanto ansío: que al mirar tu rostro cara a cara, sea yo feliz viendo tu gloria. Amén.
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