
c)El lavatorio de los pies
Jesús en este pasaje del Evangelio nos enseña a servir con humildad y de corazón a los demás. Este es el mejor camino para seguir a Jesús y para demostrarle nuestra fe en Él. Recordar que esta no es la única vez que Jesús nos habla acerca del servicio. Debemos procurar esta virtud para nuestra vida de todos los días. Vivir como servidores unos de otros.

El Jueves Santo es como una "profecía" de la Pascua, es decir, en la Última Cena Jesús vivió conscientemente y de manera anticipada su Pasión y Muerte y en ese momento puso en claro el para qué iba a morir, el por qué aceptaba voluntaria y libremente la muerte cruenta. Los primeros datos que tenemos de que el Jueves Santo se celebra la Misa recordando la Cena del Señor los tenemos por el Concilio de Cartago en el año 397 y por lo que cuenta Egeria que fue una peregrina o turista que visitó Jerusalén y que dejó escrito todo lo que allí se celebraba.
Son muchos los grandes "acontecimientos salvíficos" que hoy se recuerdan en la vida de Cristo Jesús:
Su Cena de despedida y su gran Oración por nosotros.
La Institución de la Eucaristía o Santa Misa como memorial o recuerdo suyo.
La Institución del Ministerio (servicio) como parte esencial de su Iglesia.
Su Testamento: el mandato de amar hasta la Muerte.
El ofrecimiento, anticipado y consciente, de su vida, de su Cuerpo y Sangre, para salvación del mundo.
El juicio de su Pasión, la traición de Judas, el abandono de sus amigos, la oración del huerto, su noche amarga.

Lectura del Evangelio según San Marcos14, 32-42.:
Reflexionemos con Jesús en lo que sentía en estos momentos: su miedo, la angustia ante la muerte, la tristeza por ser traicionado, su soledad, su compromiso por cumplir la voluntad de Dios, su obediencia a Dios Padre y su confianza en Él. Las virtudes que nos enseña Jesús este día, entre otras, son la obediencia, la generosidad y la humildad.
Los monumentos y la visita de las siete iglesias
Se acostumbra, después de la Misa vespertina, hacer un monumento para resaltar la Eucaristía y exponerla de una manera solemne para la adoración de los fieles.
La Iglesia pide dedicar un momento de adoración y de agradecimiento a Jesús, un acompañar a Jesús en la oración del huerto. Es por esta razón que las Iglesias preparan sus monumentos. Este es un día solemne.

La Madre de Dios, nos enseña con su Amor
Adorar a su Hijo, nuestro Señor.
Todo lo meditaba y lo guardaba en su corazón.
Como prenda bendita, se extasiaba en contemplación.
Cuando en arrullos, meciendo la prenda divina.
Cuando en suspiros, bebiendo el cáliz de la pasión.
¿Cómo he de hacer María, para imitarte yo?
Hazme ferviente adoradora, Intercede Señora,
Madre de la prenda salvadora, ilumina la hora
Que en vela a tu hijo, mi alma quede sola.

En Tu Semblante Virgen Santa
Hay un sentimiento de piedad
En tu Corazón nos quieres llevar
Sabes que somos débiles
Y pecamos sin parar
Intercede por nosotros,
Por amor, por caridad
Ata las alas al maligno
Para hacer la voluntad.
De Tu Buen Amado Hijo
Que con Su Cruz
Nos Quiere Salvar.
Autora: Mercedes Ramos.