

Celebramos en este domingo el día del Corpus Christi, la solemnidad del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, una de las fiestas más solemnes y más populares para los católicos. Necesitamos comunicar al mundo nuestra fe en el amor infinito de Dios que se nos manifiesta en la Eucaristía. La Eucaristía es la fuente de la que mana el amor de Dios, por eso participar en ella no sólo es recibir el alimento para nuestra vida espiritual, sino sentirse en comunión de amor con su mandato: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado”. No cabe amor más grande que el de Jesucristo que ha dado la vida por todos los seres humanos.
En este día del Corpus es tradicional celebrar en España el Día de la Caridad. No tiene mucho sentido decir que amamos a Dios, si al mismo tiempo no alimentamos, fomentamos y practicamos el amor fraterno, especialmente con los más necesitados.
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