SANTÍSIMO SACRAMENTO
jueves, 4 de febrero de 2010
EL REGALO DE JESÚS EN LA SAGRADA COMUNIÓN
Los que vivieron en el tiempo de Jesús lo vieron pasar por delante de ellos, hasta lo tocaron algunos y hablaron con El. La mayoría no se dio cuenta que era –nada menos- que el Hijo de Dios. Nosotros sí sabemos Quién es Jesús. Y nosotros podemos estar con El, verlo en la Hostia Consagrada, hablarle, y mucho más que tocarlo, pues lo recibimos cada vez que comulgamos.
Te doy gracias, Señor porque
te has entregado por nosotros en la Cruz,
para salvarnos y para darnos nueva Vida.
Quiero apreciar lo que significa
que tu Sacrificio en la Cruz se hace presente en cada Misa.
Perdona, Señor, por las veces que he estado fastidiado en Misa…
¡Es que no sabía, Señor, que estabas allí!
¡Y que yo estaba en el Calvario contigo!
Ya lo sé, Señor.
Te pido la gracia de poder sentir que estoy contigo cada vez que esté en Misa.
Gracias por ser mi alimento.
Quiero recibirte, Señor,
porque quieres ser el alimento
de mi vida espiritual
Gracias porque vienes a mi alma en la Comunión. ¡Y Tú eres DIOS!
Señor: creo que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del Altar.
Te amo. Te necesito.
Ven a mi alma espiritualmente.
Fortifícame. Aliméntame. Vivifícame.
Amén.
La Comunión Espiritual puede hacerse en cualquier momento del día en cualquier sitio y cuántas veces se desee: mientras más veces, mejor. Es especialmente necesaria cuando se quiera comulgar sacramentalmente y por cualquier motivo esto no sea posible.
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VÍA CRUCIS VIRTUAL
DEVOCIÓN A LA DIVINA MISERICORDIA
JESUS EN TI CONFIO
SANTÍSIMO SACRAMENTO TE ADORAMOS, TE BENDECIMOS Y TE GLORIFICAMOS.
SANTISIMO SACRAMENTO
HIMNO A JESÚS SACRAMENTADOPOR SANTO TOMÁS DE AQUINO(Adoro te devote)
Te adoro con devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias. A Ti se somete mi corazón por completo, y se rinde totalmente al contemplarte. Al juzgar de Ti, se equivocan la vista, el tacto, el gusto; pero basta el oído para creer con firmeza; creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios: nada es más verdadero que esta palabra de verdad. En la Cruz se escondía sólo la Divinidad, pero aquí se esconde también la Humanidad; creo y confieso ambas cosas, y pido lo que pidió aquel ladrón arrepentido. No veo las llagas como las vio Tomas pero confieso que eres mi Dios: haz que yo crea más y más en Ti, que en Ti espere y que te ame. ¡Oh memorial de la muerte del Señor! Pan vivo que das vida al hombre: concede a mi alma que de Ti viva y que siempre saboree tu dulzura. Señor Jesús, bondadoso Pelícano, límpiame a mí, inmundo, con tu Sangre, de la que una sola gota puede liberar de todos los crímenes al mundo entero. Jesús, a quien ahora veo oculto, te ruego que se cumpla lo que tanto ansío: que al mirar tu rostro cara a cara, sea yo feliz viendo tu gloria. Amén.
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