SANTÍSIMO SACRAMENTO
miércoles, 21 de octubre de 2015
LA PROPAGACIÓN DE LA DEVOCIÓN A LA DIVINA MISERICORDIA.
La propagación de la devoción a la Divina Misericordia. Entre las formas de
devoción a la Divina Misericordia, el Padre Rózycki distingue además la propagación de la
devoción a la Divina Misericordia, porque con ella también se relacionan algunas promesas
de Cristo. “A las almas que propagan la devoción a Mi misericordia, las protejo
durante toda su vida como una madre cariñosa a su niño recién nacido y a la hora de la
muerte no seré para ellas el Juez, sino el Salvador Misericordioso” (Diario, 1075).
La esencia del culto a la Divina Misericordia consiste en la actitud de confianza hacia
Dios y la caridad hacia el prójimo. El Señor Jesús exige que “sus criaturas confíen en El”
(Diario, 1059) y hagan obras de misericordia: a través de sus actos, sus palabras y su
oración. “Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes. No puedes
dejar de hacerlo, ni excusarte, ni justificarte” (Diario, 742). Cristo desea que sus devotos
hagan al día por lo menos un acto de amor hacia el prójimo.
La propagación de la devoción a la Divina Misericordia no requiere necesariamente
muchas palabras pero sí, siempre, una actitud cristiana de fe, de confianza en Dios, y el
propósito de ser cada vez más misericordioso. Un ejemplo de tal apostolado lo dio Sor
Faustina durante toda su vida
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VÍA CRUCIS VIRTUAL
DEVOCIÓN A LA DIVINA MISERICORDIA
JESUS EN TI CONFIO
SANTÍSIMO SACRAMENTO TE ADORAMOS, TE BENDECIMOS Y TE GLORIFICAMOS.
SANTISIMO SACRAMENTO
HIMNO A JESÚS SACRAMENTADOPOR SANTO TOMÁS DE AQUINO(Adoro te devote)
Te adoro con devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias. A Ti se somete mi corazón por completo, y se rinde totalmente al contemplarte. Al juzgar de Ti, se equivocan la vista, el tacto, el gusto; pero basta el oído para creer con firmeza; creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios: nada es más verdadero que esta palabra de verdad. En la Cruz se escondía sólo la Divinidad, pero aquí se esconde también la Humanidad; creo y confieso ambas cosas, y pido lo que pidió aquel ladrón arrepentido. No veo las llagas como las vio Tomas pero confieso que eres mi Dios: haz que yo crea más y más en Ti, que en Ti espere y que te ame. ¡Oh memorial de la muerte del Señor! Pan vivo que das vida al hombre: concede a mi alma que de Ti viva y que siempre saboree tu dulzura. Señor Jesús, bondadoso Pelícano, límpiame a mí, inmundo, con tu Sangre, de la que una sola gota puede liberar de todos los crímenes al mundo entero. Jesús, a quien ahora veo oculto, te ruego que se cumpla lo que tanto ansío: que al mirar tu rostro cara a cara, sea yo feliz viendo tu gloria. Amén.
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