Espíritu que habitas en mí,
no dejes que me adelante a tus inspiraciones hazme prudente, humilde y
servicial.
Espíritu que trasformas el
interior del hombre, descubre la fealdad que senos escapa al confesar, y muéstranos
nuestras faltas y pecados, para arrepentirnos, y así crecer en tu gracia, para
poder hablar en Ti, pensar en Ti, y saber discernir lo que deseas de nosotros.
Dulce Espíritu, mira el Mundo
en tinieblas, la libertad no es libertad sino albedrío, la naturaleza se
estremece por tanta maldad en el corazón humano.
Santo Espíritu Renuévanos, libéranos,
Perdónanos, santifícanos. Llénanos de
tus dones Espíritu Consolador, y enciéndenos con el fuego de tu Amor.
Espíritu amigo del hombre, enséñanos
a Amar, condúcenos en tu amor, que todo lo embellece, que te tratemos, y te amemos, dulce huésped
del Alma.
Mercedes Ramos.
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