SANTÍSIMO SACRAMENTO
domingo, 22 de agosto de 2010
SEÑOR ¿SERÁN POCOS LOS QUE SE SALVEN?
Lectura del santo evangelio según san Lucas 13, 22-30
En aquel tiempo, Jesús, de camino hacia Jerusalén, recorría ciudades y aldeas enseñando.
Uno le preguntó:
- «Señor, ¿serán pocos los que se salven?»
Jesús les dijo:
- «Esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta, diciendo:
“Señor, ábrenos”;
y él os replicará:
“No sé quiénes sois.”
Entonces comenzaréis a decir.
“Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas.”
Pero él os replicará:
“No sé quiénes sois. Alejaos de mí, malvados.”
Entonces será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, lsaac y Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros os veáis echados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.
Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos.»
Palabra del Señor.
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VÍA CRUCIS VIRTUAL
DEVOCIÓN A LA DIVINA MISERICORDIA
JESUS EN TI CONFIO
SANTÍSIMO SACRAMENTO TE ADORAMOS, TE BENDECIMOS Y TE GLORIFICAMOS.
SANTISIMO SACRAMENTO
HIMNO A JESÚS SACRAMENTADOPOR SANTO TOMÁS DE AQUINO(Adoro te devote)
Te adoro con devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias. A Ti se somete mi corazón por completo, y se rinde totalmente al contemplarte. Al juzgar de Ti, se equivocan la vista, el tacto, el gusto; pero basta el oído para creer con firmeza; creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios: nada es más verdadero que esta palabra de verdad. En la Cruz se escondía sólo la Divinidad, pero aquí se esconde también la Humanidad; creo y confieso ambas cosas, y pido lo que pidió aquel ladrón arrepentido. No veo las llagas como las vio Tomas pero confieso que eres mi Dios: haz que yo crea más y más en Ti, que en Ti espere y que te ame. ¡Oh memorial de la muerte del Señor! Pan vivo que das vida al hombre: concede a mi alma que de Ti viva y que siempre saboree tu dulzura. Señor Jesús, bondadoso Pelícano, límpiame a mí, inmundo, con tu Sangre, de la que una sola gota puede liberar de todos los crímenes al mundo entero. Jesús, a quien ahora veo oculto, te ruego que se cumpla lo que tanto ansío: que al mirar tu rostro cara a cara, sea yo feliz viendo tu gloria. Amén.
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