La solución definitiva para traer al mundo la paz, en el diario de una santa polaca
Esta devoción llama a vivir la misericordia en la vida cotidiana
30/10/2009 Sonsoles Calavera
En 1931, Jesús describió a Santa Faustina esta imagen, para difundir la devoción.
El mismo Jesús llamó a acudir con confianza total a la misericordia de Dios, hasta a los pecadores más empedernidos: “Cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a mi misericordia”, reveló en sus apariciones a una monja polaca, santa Faustina Kowalska. A ella le transmitió que la solución verdadera para que el mundo encuentre la paz está precisamente en esta devoción: “La Humanidad no conseguirá la paz hasta que no se dirija con confianza a mi Misericordia”, fueron sus palabras, que ella recogió en su diario.
Para avivar la devoción en España y que se cumplan las promesas que hizo Jesús a la santa -canonizada en 2000 por Juan Pablo II-, se ha celebrado en la Basílica de El Pilar el III Encuentro Nacional de la Divina Misercordia. Tuvo lugar el domingo 25 de octubre y contó con el Arzobispo de Zaragoza, mons. Manuel Ureña, que presidió la Misa, tras el rezo del vía Crucis y de la Coronilla de la Misericordia.
El Papa Juan Pablo II, fiel a esta devoción, subrayaba en el 97 que acudir a ella era clave para el hombre en el siglo XXI: “No hay nada de lo que el hombre actual tenga más necesidad que la Misericordia Divina, este Amor benigno, compasivo, que eleva al hombre sobre su debilidad hacia las alturas de la Santidad de Dios”.
Llamada a la confianza total.
Jesucristo prometió a Santa Faustina que concedería mayores gracias a las personas que más confiaran en su Misericordia: “Deseo conceder gracias inimaginables a las personas que confían en mi misericordia (Diario 687). Que se acerquen a ese mar de misericordia con gran confianza. Los pecadores obtendrán la justificación y los justos serán fortalecidos en el bien. Al que haya depositado su confianza en mi misericordia, en la hora de la muerte le colmaré el alma con mi paz divina“. (Diario 1520 y 1541)
Cómo vivir esta devoción
Existen varias formas de vivirla, como el rosario de la Divina Misericordia, conocido como ‘la Coronilla’,; la novena; o la ‘Hora de la Misericordia’, que consiste en hacer un momento de oración a las tres de la tarde, la hora de la muerte de Jesús en la Cruz. “A las tres de la tarde, invoca mi misericordia, en especial para los pecadores y aunque sólo sea por un brevísimo momento, sumérgete en mi Pasión, especialmente en mi abandono en el momento de mi agonía. Ésta es la hora de la gran misericordia para el mundo entero. Te permitiré penetrar en mi tristeza mortal. En esta hora nada le será negado al alma que lo pida por los méritos de mi Pasión“. Y Jesús enseñó a Santa Faustina una breve oración para rezarla todos los días a las 15:00: “Oh sangre y agua, que brotaste del corazón de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros y para el mundo entero, en ti confío”.La fiesta de la Misericordia se celebra el primer domingo después de la Pascua de Resurrección, como pidió el mismo Jesús en sus apariciones: “Yo deseo que haya una Fiesta de la Divina Misericordia. En aquel día, quien se acerque a la fuente de la vida, conseguirá la remisión total de las culpas y de las penas. Desdeo conceder el perdón total a las almas que se acerquen a la confesión y reciban la santa comunión el día de la fiesta de mi Misericordia“.Para promover esta espiritualidad en todo el mundo, nació un movimiento, como pidió Jesús a la santa en 1935: “Quiero que se establezca cuanto antes un movimiento apostólico que implore y anuncie la Misericordia de Dios en el mundo entero“. Santa Faustina Kowalska escribía más tarde: ”Veo claramente que esta obra de apostolado será una gran asociación de fieles extendida por todo el mundo, a ella podrán pertenecer todos cuanto lo deseen: sacerdotes, religiosos y laicos. Ellos anunciarán con su palabra y sus obras, la infinita Misericordia de Dios al mundo entero y la implorarán con su oración”. (Diario de Santa Faustina, nº 436). Hoy está extendido por los cinco continentes.
Ahora, se prepara ya la II edición del Congreso Mundial de la Divina Misericordia que se celebrará en Polonia en 2011, con la participación del cardenal polaco Stanislaw Dziwisz, arzobispo de Cracovia.
Esta devoción llama a vivir la misericordia en la vida cotidiana
30/10/2009 Sonsoles Calavera
En 1931, Jesús describió a Santa Faustina esta imagen, para difundir la devoción.
El mismo Jesús llamó a acudir con confianza total a la misericordia de Dios, hasta a los pecadores más empedernidos: “Cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a mi misericordia”, reveló en sus apariciones a una monja polaca, santa Faustina Kowalska. A ella le transmitió que la solución verdadera para que el mundo encuentre la paz está precisamente en esta devoción: “La Humanidad no conseguirá la paz hasta que no se dirija con confianza a mi Misericordia”, fueron sus palabras, que ella recogió en su diario.
Para avivar la devoción en España y que se cumplan las promesas que hizo Jesús a la santa -canonizada en 2000 por Juan Pablo II-, se ha celebrado en la Basílica de El Pilar el III Encuentro Nacional de la Divina Misercordia. Tuvo lugar el domingo 25 de octubre y contó con el Arzobispo de Zaragoza, mons. Manuel Ureña, que presidió la Misa, tras el rezo del vía Crucis y de la Coronilla de la Misericordia.
El Papa Juan Pablo II, fiel a esta devoción, subrayaba en el 97 que acudir a ella era clave para el hombre en el siglo XXI: “No hay nada de lo que el hombre actual tenga más necesidad que la Misericordia Divina, este Amor benigno, compasivo, que eleva al hombre sobre su debilidad hacia las alturas de la Santidad de Dios”.
Llamada a la confianza total.
Jesucristo prometió a Santa Faustina que concedería mayores gracias a las personas que más confiaran en su Misericordia: “Deseo conceder gracias inimaginables a las personas que confían en mi misericordia (Diario 687). Que se acerquen a ese mar de misericordia con gran confianza. Los pecadores obtendrán la justificación y los justos serán fortalecidos en el bien. Al que haya depositado su confianza en mi misericordia, en la hora de la muerte le colmaré el alma con mi paz divina“. (Diario 1520 y 1541)
Cómo vivir esta devoción
Existen varias formas de vivirla, como el rosario de la Divina Misericordia, conocido como ‘la Coronilla’,; la novena; o la ‘Hora de la Misericordia’, que consiste en hacer un momento de oración a las tres de la tarde, la hora de la muerte de Jesús en la Cruz. “A las tres de la tarde, invoca mi misericordia, en especial para los pecadores y aunque sólo sea por un brevísimo momento, sumérgete en mi Pasión, especialmente en mi abandono en el momento de mi agonía. Ésta es la hora de la gran misericordia para el mundo entero. Te permitiré penetrar en mi tristeza mortal. En esta hora nada le será negado al alma que lo pida por los méritos de mi Pasión“. Y Jesús enseñó a Santa Faustina una breve oración para rezarla todos los días a las 15:00: “Oh sangre y agua, que brotaste del corazón de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros y para el mundo entero, en ti confío”.La fiesta de la Misericordia se celebra el primer domingo después de la Pascua de Resurrección, como pidió el mismo Jesús en sus apariciones: “Yo deseo que haya una Fiesta de la Divina Misericordia. En aquel día, quien se acerque a la fuente de la vida, conseguirá la remisión total de las culpas y de las penas. Desdeo conceder el perdón total a las almas que se acerquen a la confesión y reciban la santa comunión el día de la fiesta de mi Misericordia“.Para promover esta espiritualidad en todo el mundo, nació un movimiento, como pidió Jesús a la santa en 1935: “Quiero que se establezca cuanto antes un movimiento apostólico que implore y anuncie la Misericordia de Dios en el mundo entero“. Santa Faustina Kowalska escribía más tarde: ”Veo claramente que esta obra de apostolado será una gran asociación de fieles extendida por todo el mundo, a ella podrán pertenecer todos cuanto lo deseen: sacerdotes, religiosos y laicos. Ellos anunciarán con su palabra y sus obras, la infinita Misericordia de Dios al mundo entero y la implorarán con su oración”. (Diario de Santa Faustina, nº 436). Hoy está extendido por los cinco continentes.
Ahora, se prepara ya la II edición del Congreso Mundial de la Divina Misericordia que se celebrará en Polonia en 2011, con la participación del cardenal polaco Stanislaw Dziwisz, arzobispo de Cracovia.
1 comentario:
Gracias por la historia, poco a poco estoy conociendo al señor de Misericordia, quien me ha curado del cáncer y alivió mis dolores.
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