Pedro y sus compañeros estaban cargados de sueño, pero permanecían despiertos, y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con Él. Y sucedió que, al separarse ellos de Él, dijo Pedro a Jesús: «Maestro, bueno es estarnos aquí. Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías», sin saber lo que decía. Estaba diciendo estas cosas cuando se formó una nube y los cubrió con su sombra; y al entrar en la nube, se llenaron de temor. Y vino una voz desde la nube, que decía: «Este es mi Hijo, mi Elegido; escuchadle». Y cuando la voz hubo sonado, se encontró Jesús solo. Ellos callaron y, por aquellos días, no dijeron a nadie nada de lo que habían visto.
SANTÍSIMO SACRAMENTO
domingo, 24 de febrero de 2013
LA TRANSFIGURACIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
Pedro y sus compañeros estaban cargados de sueño, pero permanecían despiertos, y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con Él. Y sucedió que, al separarse ellos de Él, dijo Pedro a Jesús: «Maestro, bueno es estarnos aquí. Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías», sin saber lo que decía. Estaba diciendo estas cosas cuando se formó una nube y los cubrió con su sombra; y al entrar en la nube, se llenaron de temor. Y vino una voz desde la nube, que decía: «Este es mi Hijo, mi Elegido; escuchadle». Y cuando la voz hubo sonado, se encontró Jesús solo. Ellos callaron y, por aquellos días, no dijeron a nadie nada de lo que habían visto.
Publicado por
Mª Mercedes Ramos Martínez mrjesusenticonfio@gmail.com
en
domingo, febrero 24, 2013
No hay comentarios:
jueves, 7 de febrero de 2013
CONSAGRACIÓN DE LA TERCERA EDAD AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Señor Jesús, quiero consagrar a tu
Sagrado Corazón, desde hoy y hasta el día de mi muerte, mis pequeños y
grandes achaques de salud, mis alegrías con los hijos y los nietos, mi
tristeza al ver sus problemas y no poder resolverlos; mis paulatinas
desilusiones al ver como cada día encajo menos en sus fiestas, en sus
excursiones y en sus prioridades; mis comidas solitarias; mi natural,
pero no indoloro, ir quedando cada vez más al margen de tantas cosas.
Sé que son cosas insignificantes pero que, unidas a tu sacrificio de la Misa y a las intenciones de tu Corazón, adquieren valor redentor. Esta consagración considérala ratificada cada nuevo amanecer que me concedas, cuando te diga: “Señor estoy en lo dicho”.
Sé que son cosas insignificantes pero que, unidas a tu sacrificio de la Misa y a las intenciones de tu Corazón, adquieren valor redentor. Esta consagración considérala ratificada cada nuevo amanecer que me concedas, cuando te diga: “Señor estoy en lo dicho”.
Publicado por
Mª Mercedes Ramos Martínez mrjesusenticonfio@gmail.com
en
jueves, febrero 07, 2013
No hay comentarios:
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
VÍA CRUCIS VIRTUAL
DEVOCIÓN A LA DIVINA MISERICORDIA
JESUS EN TI CONFIO
SANTÍSIMO SACRAMENTO TE ADORAMOS, TE BENDECIMOS Y TE GLORIFICAMOS.
SANTISIMO SACRAMENTO
HIMNO A JESÚS SACRAMENTADOPOR SANTO TOMÁS DE AQUINO(Adoro te devote)
Te adoro con devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias. A Ti se somete mi corazón por completo, y se rinde totalmente al contemplarte. Al juzgar de Ti, se equivocan la vista, el tacto, el gusto; pero basta el oído para creer con firmeza; creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios: nada es más verdadero que esta palabra de verdad. En la Cruz se escondía sólo la Divinidad, pero aquí se esconde también la Humanidad; creo y confieso ambas cosas, y pido lo que pidió aquel ladrón arrepentido. No veo las llagas como las vio Tomas pero confieso que eres mi Dios: haz que yo crea más y más en Ti, que en Ti espere y que te ame. ¡Oh memorial de la muerte del Señor! Pan vivo que das vida al hombre: concede a mi alma que de Ti viva y que siempre saboree tu dulzura. Señor Jesús, bondadoso Pelícano, límpiame a mí, inmundo, con tu Sangre, de la que una sola gota puede liberar de todos los crímenes al mundo entero. Jesús, a quien ahora veo oculto, te ruego que se cumpla lo que tanto ansío: que al mirar tu rostro cara a cara, sea yo feliz viendo tu gloria. Amén.